sábado, 16 de febrero de 2019

¿ERES ADICTO A LA INFELICIDAD?

¿ERES ADICTO A LA INFELICIDAD?
La Felicidad o la infelicidad se refleja en muchas acciones, más que todo en nuestro lenguaje corporal…
Solemos pensar que las personas están motivadas intrínsecamente para buscar el placer y evitar el dolor. Sin embargo, si echamos un vistazo a nuestro alrededor podremos darnos cuenta de que mucha gente no logra escapar de sus problemas. Es como si se sintiesen bien con esa infelicidad, aunque siempre pregonan lo desdichados que son. ¿Por qué algunas personas se sienten mal y toman medidas para mejorar mientras que otras se regodean en sus problemas y no hacen nada para resolverlos e incluso inventan dificultades donde no las hay?
¿Por qué una persona querría ser infeliz?
La adicción a la infelicidad tiene diferentes explicaciones:
- Una inseguridad profundamente arraigada o una falta de autoestima, de manera que la persona cree que no merece ser feliz y, como resultado, no lucha para cambiar el estado de las cosas.
- Quienes han sido educados con una disciplina excesiva y expectativas poco realistas, de manera que equiparan la infelicidad con el amor y el éxito.
- Quienes han vivido diferentes experiencias negativas a lo largo de la vida pueden alimentar un deseo inconsciente de volver continuamente al status quo de infelicidad porque es lo único que conocen, es su zona de confort.
- Los que se enorgullecen de su “realismo” creyendo que ser práctico en la vida implica centrarse exclusivamente en los aspectos negativos.
- Debido a malas decisiones, algunas personas se sienten consumidas por la culpa por lo que se castigan imponiéndose la infelicidad.
- Algunas personas tienen miedo a la felicidad y los sentimientos positivos en general porque piensan que detrás de la alegría viene la decepción. En práctica, se niegan la felicidad por miedo al dolor. El caso clásico es el de alguien que ha terminado una relación de pareja y se niega a volver a amar, aunque proclama lo desdichado que es y cuánto le gustaría hallar a su media naranja.
- La insatisfacción se convierte en un factor de motivación para trabajar más duro; es decir, piensan que si son felices, no lograrán sus objetivos.
- Porque les resulta inaudito permitirse la felicidad cuando hay tantas personas en el mundo que son infelices.
- Cuando existe un trastorno psicológico de base, como la depresión o la ansiedad.
Lo interesante es que las personas que son adictas a la infelicidad en realidad no son tan infelices como pensamos. Un estudio muy interesante realizado en las universidades de California y Florida nos ha demostrado que las emociones negativas no excluyen necesariamente a las positivas; es decir, podemos experimentarlas contemporáneamente. Es lo que sucede con las películas de terror, sentimos miedo, pero, a la misma vez, nos sentimos contentos por experimentar esa emoción. Un mecanismo similar podría estar en la base de las personas que se aferran a la infelicidad, se sienten bien siendo infelices, aunque nos pueda parecer un contrasentido o nos resulte difícil entenderlo.
Las características del infeliz crónico
¿Cómo saber si eres un adicto a la infelicidad o cómo detectar a alguien que podría catalogarse como un infeliz crónico?
- Encuentra razones para ser infeliz cuando la vida es demasiado buena. 
- Prefiere desempeñar el papel de víctima y culpar a los demás en vez de asumir la responsabilidad por sus decisiones.
- Compite con sus amigos para ver quién lleva la vida más difícil.
- Se plantea metas casi imposibles de alcanzar que le permiten quejarse de su fracaso o mala suerte.
- No lucha por recuperarse cuando las cosas no salen como desea.
- Se siente como un esclavo de sus emociones y de las circunstancias y está convencido de que no las puede cambiar.
- Introduce elementos que complican las relaciones interpersonales cuando estás marchan bien.
¿Es la felicidad una decisión personal?
No hay dudas de que algunas personas han tenido que enfrentar a lo largo de su vida situaciones muy dolorosas y hasta traumáticas. Sin embargo, muchas de ellas se levantan, desarrollan la resiliencia y logran ser felices. Al contrario, otras personas tienen, aparentemente, una vida tranquila e ideal pero no logran ser felices. ¿Por qué?
La respuesta en realidad es muy sencilla: hay personas que creen que pueden ser felices y cada día dan pequeños pasos para lograrlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario