¿ERES ADICTO A LA INFELICIDAD?
La Felicidad o la infelicidad se refleja en muchas acciones, más que todo en nuestro lenguaje corporal…
La Felicidad o la infelicidad se refleja en muchas acciones, más que todo en nuestro lenguaje corporal…
¿Por qué una persona querría ser infeliz?
La
adicción a la infelicidad tiene diferentes explicaciones:
- Una
inseguridad profundamente arraigada o una falta de autoestima, de manera que la
persona cree que no merece ser feliz y, como resultado, no lucha para cambiar
el estado de las cosas.
-
Quienes han sido educados con una disciplina excesiva y expectativas poco
realistas, de manera que equiparan la infelicidad con el amor y el éxito.
- Quienes han vivido diferentes experiencias negativas a lo largo de la vida pueden alimentar un deseo inconsciente de volver continuamente al status quo de infelicidad porque es lo único que conocen, es su zona de confort.
- Quienes han vivido diferentes experiencias negativas a lo largo de la vida pueden alimentar un deseo inconsciente de volver continuamente al status quo de infelicidad porque es lo único que conocen, es su zona de confort.
- Los
que se enorgullecen de su “realismo” creyendo que ser práctico en la vida
implica centrarse exclusivamente en los aspectos negativos.
-
Debido a malas decisiones, algunas personas se sienten consumidas por la culpa
por lo que se castigan imponiéndose la infelicidad.
-
Algunas personas tienen miedo a la felicidad y los sentimientos positivos en
general porque piensan que detrás de la alegría viene la decepción. En
práctica, se niegan la felicidad por miedo al dolor. El caso clásico es el de
alguien que ha terminado una relación de pareja y se niega a volver a amar,
aunque proclama lo desdichado que es y cuánto le gustaría hallar a su media
naranja.
- La
insatisfacción se convierte en un factor de motivación para trabajar más duro;
es decir, piensan que si son felices, no lograrán sus objetivos.
-
Porque les resulta inaudito permitirse la felicidad cuando hay tantas personas
en el mundo que son infelices.
-
Cuando existe un trastorno psicológico de base, como la depresión o la
ansiedad.
Lo
interesante es que las personas que son adictas a la infelicidad en realidad no
son tan infelices como pensamos. Un estudio muy interesante realizado en las
universidades de California y Florida nos ha demostrado que las emociones
negativas no excluyen necesariamente a las positivas; es decir, podemos
experimentarlas contemporáneamente. Es lo que sucede con las películas de
terror, sentimos miedo, pero, a la misma vez, nos sentimos contentos por
experimentar esa emoción. Un mecanismo similar podría estar en la base de las
personas que se aferran a la infelicidad, se sienten bien siendo infelices,
aunque nos pueda parecer un contrasentido o nos resulte difícil entenderlo.
Las características del infeliz
crónico
¿Cómo saber si eres un adicto a la infelicidad o cómo detectar a alguien que podría catalogarse como un infeliz crónico?
¿Cómo saber si eres un adicto a la infelicidad o cómo detectar a alguien que podría catalogarse como un infeliz crónico?
-
Encuentra razones para ser infeliz cuando la vida es demasiado buena.
-
Prefiere desempeñar el papel de víctima y culpar a los demás en vez de asumir
la responsabilidad por sus decisiones.
-
Compite con sus amigos para ver quién lleva la vida más difícil.
- Se
plantea metas casi imposibles de alcanzar que le permiten quejarse de su
fracaso o mala suerte.
- No lucha por recuperarse cuando las cosas no salen como desea.
- Se siente como un esclavo de sus emociones y de las circunstancias y está convencido de que no las puede cambiar.
- Introduce elementos que complican las relaciones interpersonales cuando estás marchan bien.
- No lucha por recuperarse cuando las cosas no salen como desea.
- Se siente como un esclavo de sus emociones y de las circunstancias y está convencido de que no las puede cambiar.
- Introduce elementos que complican las relaciones interpersonales cuando estás marchan bien.
¿Es la felicidad una decisión
personal?
No hay
dudas de que algunas personas han tenido que enfrentar a lo largo de su vida
situaciones muy dolorosas y hasta traumáticas. Sin embargo, muchas de ellas se
levantan, desarrollan la resiliencia y logran ser felices. Al contrario, otras
personas tienen, aparentemente, una vida tranquila e ideal pero no logran ser
felices. ¿Por qué?
La respuesta en
realidad es muy sencilla: hay personas que creen que pueden ser felices y cada
día dan pequeños pasos para lograrlo.
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